domingo, 4 de septiembre de 2016

¡SAQUENME DE AQUÍ!


Busco esa voz en mi interior, que bien sé que cuando la he escuchado, me llama por mi nombre para impregnar de paz mi ser, lentamente, dilatándolo, extendiéndolo. Una voz que me habla de infinito, de anhelos de pureza, de sentimientos de generosidad y entrega; que me colma de nostalgia por tocar algo total, pleno, absoluto, perfecto e inefablemente bello. Una voz que me habla de todo aquello por lo que verdaderamente vale la pena vivir y por lo que se justifica el esfuerzo de reordenar las ideas, las acciones y las emociones para recuperar la paz en medio del trajín del mundo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario